lunes, 20 de diciembre de 2010

PEDACITOS DEL TESORO DE DYLAN THOMAS


En octubre de fue presentada la revista FANGO, que, según su editorial-jaula, “surge como un impulso creativo que permite propagar información y brindar una nueva propuesta con una mirada sobre los acontecimientos culturales y las principales corrientes del pensamiento. Fango se enfoca en el Teatro como medio artístico de expresión pero no deja de lado las distintas disciplinas vinculadas al arte. Expresar a su vez nuestras preocupaciones y entusiasmo y así lograr cargarla de valor. Esta propuesta aspira a ser un medio colectivo de expresión ya que invita a todos aquellos interesados en aportar sus ideas, sus comentarios, sus críticas y todo aquel material que contribuya a la realización de la Revista”.

Reproducimos, con la autorización de su Directora, Sofía Arocena, una entrevista inventada por William Wood a partir de expresiones literalmente recortadas del Manifiesto poético de Dylan Thomas, y un célebre poema que conviene colgar hasta en la pared del baño.

El contacto de esta publicación que se vende en varios lugares de nuestro siempre mentalmente encloacado Tontovideo es revista fango@gmail.com


1. FRAGMENTO DE “ENTREVISTA FALSA A DYLAN THOMAS”

Por supuesto que la entrevista la hicimos en un bar y por supuesto que con whisky y por supuesto que hablamos de alcohol, de mujeres, de mística. Por supuesto que a mí no me interesa contarles sobre el alcohol y las mujeres. Por supuesto que a Uds. no les interesa la mística.

¿La poesía?

Si entiendo bien tu pregunta querés saber, / Dios nos ampare, / cuál es mi definición de poesía.

Leé los poemas que te gusten.

No te preocupe que sean “interesantes” o perdurables.

Después de / todo, ¿qué importa lo que la poesía es?

Si querés una definición / de poesía, decí: / “Poesía es lo que me hace reír / o llorar / o bostezar, / lo que hace / vibrar las uñas de mis pies, / lo que me hace desear hacer esto, o / aquello o nada” / y contentate con eso.

¿Los recursos literarios?

Aprendí que los malos trucos / son fáciles; / y en cuanto a los / buenos, / los que ayudan a decir / de la manera más significativa y / conmovedora lo que se cree que se quiere decir, / todavía los / estoy aprendiendo.

¿Las palabras?

Los primeros poemas que conocí fueron canciones infantiles, y / antes de poder leerlas, / me había enamorado de sus palabras, / sólo / de ellas.

Había descubierto las cosas más importantes que pedían / existir para mí.

Allí estaban, aparentemente inertes, hechas / solo de blanco y negro, pero de ellas, de su propio ser, surgían / el amor, el terror, la piedad, el dolor, la admiración y todas / las demás abstracciones peligrosas que tornan peligrosas, / grandes y soportables nuestras vidas efímeras.

Mi amor por la / verdadera vida de las palabras aumentó hasta que supe que debía / vivir con ellas y en ellas siempre.

2. EN MI OFICIO O ARTE SOMBRÍO

En mi oficio o arte sombrío
ejercido en la noche silenciosa
cuando sólo la luna se enfurece
y los amantes yacen en el lecho
con todas sus tristezas en los brazos,
junto a la luz que canta yo trabajo
no por ambición ni por el pan
ni por ostentación ni por el tráfico de encantos
en escenarios de marfil,
sino por ese mínimo salario
de sus más escondidos corazones.

No para el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus abrazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o arte.

Publicado por elMontevideano- Laboratorio de Artes
elmontevideanolaboratoriodeartes.blogspot.com

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