martes, 21 de diciembre de 2010

HORACIO CAVALLO


UN CAPÍTULO DE LA NOVELA OSO DE TRAPO (TRILCE, 2008)
Y DOS POEMAS INÉDITOS DE DESCENDENCIAS

IV

Abuela subió a traerme el almuerzo. Se quedó esperando que limpiara el plato. Tiene miedo. Dice que si se va voy a tirar la comida por el espacio que hay entre las celosías, que más de una vez encontró gusanos cerca de la ventana.

Como sin ganas. Busco formas amontonando los granos de arroz. Ella espera, balanceándose al borde de la cama. Nunca deja los dedos quietos la abuela. A veces se tironea el índice con la ayuda del resto. Otras entrelaza ambas manos y hace girar los pulgares. Me entretiene observar esa especie de molinito que forma con los dedos.

–Dios te va a ayudar –dice, prácticamente dándome la espalda. Entonces interrumpe el molino y se persigna diciendo cosas que no alcanzo a oír del todo bien. Primero en la frente, luego en el rostro y al final en el pecho, hasta que se besa el pulgar.

Me tranquiliza un poco todo eso, aunque sigo sin hambre.

Desde que la abuela me contó que Dios es un hombre enorme que abarca el ancho y el largo del cielo dudo antes de hacer cada cosa. Sé que está ahí arriba, mirándonos, ideándonos un destino cualquiera a su antojo. También yo lo hago en cierta medida un ratito antes de ponerme a dibujar. Me entusiasma la idea de que puedo elegir absolutamente qué cosa dibujar y qué destino imponerle. Hay días que por miedo a estar siendo observado o porque son esos días en los que ando bondadoso y bien dormido dibujo a Selva, a la abuela y al abuelo juntos, sonriendo, sentados en el patio tomando el té. Pero otras veces miro hacia el techo desafiante y me largo a dibujar al abuelo sin ninguna de las dos piernas, en pedazos, con la boca abierta, bien abierta, como los ojos.

Selva dice que dios está muerto. Me pidió que jamás se lo diga a la abuela. Ella moriría del disgusto o la mataría a cinturonazos. Eso mismo, que dios está muerto, que apenas hizo al hombre se murió de tristeza. Lo cuenta apesadumbrada, con lágrimas en los ojos, como si ella misma le hubiera dado muerte, o como si lo hubiera amado hasta los huesos mientras vivía. Y tiene casi doce años Selva, y anda llorando a Dios por las esquinas, mientras vende empanadas.

–Tenés que comer –dice la abuela–, que ya lo dijo el médico. Estás piel y huesos.

Después me toma la fiebre. Cuando me lleva la palma a la frente siento muy claro su olor. Podría reconocerlo con los ojos vendados. Igual que el del abuelo o el de Selva. A menudo jugueteo y cierro los ojos cuando vienen subiendo la escalera. Hablo para mí mismo para no escuchar nada y poder descifrar de quién se trata a través del olfato.

En el olor de la abuela predomina la humareda de las frituras. El del abuelo es un olor ácido y dulzón. Selva huele a desinfectante porque pasa las mañanas fregando los pisos mientras abuela hace girar el dedo húmedo en el borde de la masa para empanadas.

Pienso en los olores mientras amontono los granos de arroz formando un barquito sencillo. Quiero saber a qué se parece el olor de Dios, esté vivo o muerto.

La abuela al final se cansó. Dijo que ya hacía rato que estaba papando moscas y que no probaba la comida, así que se me acercó, consiguió sacarme la cuchara y la llenó hasta el borde. Esperó que abriera la boca pero me opuse. Junté ambas hileras de dientes y esperé. Me golpeó la boca con la cuchara y los granos de arroz se desparramaron en la cama. Como abrí la boca para quejarme aprovechó para meterme un puñado de granos de arroz a la fuerza.

–Si no comés voy a llamar a tu abuelo.

El abuelo es el que se encarga de hacer cumplir las normas en el caserón. A la abuela, con mucho esmero se la puede convencer, es posible llegar a ese corazón del tamaño de una nuez que bombea alocado debajo de su escote y conseguir que desista. El abuelo tiene el corazón del tamaño de los carozos de aceituna, y es tan espesa la capa de piel y grasa que lo cubre que no hay nadie ni nada que pueda conmoverlo. Selva, por el contrario, tiene el corazón cosido a la piel del pecho y del tamaño de un pomelo. Cuelga el enorme corazón que golpea las costillas. Basta estornudar para llegar al corazón de Selva. Ella va a dar vuelta la casa hasta encontrar el más perfumado de los pañuelos.

Al final la abuela se sale de sí misma. Deja el plato en el piso y se acerca a la escalera. Llama al abuelo, lo llama sin gritar pero con un dejo de cansancio en la voz. Me cubro hasta la cabeza con la frazada. Oigo la pierna del abuelo trepando la escalera, siento cómo la abuela me mira con algo parecido a una sonrisa, a la victoria. Entonces me doy cuenta que nada de todo eso es nuevo. Que otras veces, que cada día, la abuela me sostiene las piernas y el abuelo me abre la boca a la fuerza, obligándome a tragar la comida que el médico asegura puedo comer, previamente pisada, por un tenedor que me entristece el resto del día, de solo verlo, ahí, sobre la mesa de luz.

Midas

Mi mujer, la sirvienta, dos vecinas,
la heladera, el portón, y los espejos,
El parral, el jarrón, los diarios viejos,
el rosal, el malvón, las cinacinas.

Las latas de ananá, las de sardinas,
los anteojos y los catalejos.
El balcón, el parqué, los azulejos,
y un blister olvidado de aspirinas.

Todo se vuelve barro con el tacto.
El método es de Apolo. Lo delata
su venganza anterior, más redituable.

Dejo el fangal oscuro, irrespirable,
y me baño en el Río de la Plata,
volviéndolo marrón con el contacto.

II
Dionisio lo premió con un deseo
por su hospitalidad. Él pidió oro.
No escuchó hablar de Icaro o del toro
con cuerpo de hombre que mató Teseo.

Quiso volver dorado el Mar Egeo
-La historia no lo cuenta pero un coro
de borrachos se la ha enseñado a un loro
que la repite por Montevideo-.

pero se volvió viejo en el intento,
atorando palomas con miguitas
de diez quilates en alguna plaza.

Perdido todo: la mujer, la casa
sentado silba a puro descontento
haciendo de las lágrimas pepitas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

PEDACITOS DEL TESORO DE DYLAN THOMAS


En octubre de fue presentada la revista FANGO, que, según su editorial-jaula, “surge como un impulso creativo que permite propagar información y brindar una nueva propuesta con una mirada sobre los acontecimientos culturales y las principales corrientes del pensamiento. Fango se enfoca en el Teatro como medio artístico de expresión pero no deja de lado las distintas disciplinas vinculadas al arte. Expresar a su vez nuestras preocupaciones y entusiasmo y así lograr cargarla de valor. Esta propuesta aspira a ser un medio colectivo de expresión ya que invita a todos aquellos interesados en aportar sus ideas, sus comentarios, sus críticas y todo aquel material que contribuya a la realización de la Revista”.

Reproducimos, con la autorización de su Directora, Sofía Arocena, una entrevista inventada por William Wood a partir de expresiones literalmente recortadas del Manifiesto poético de Dylan Thomas, y un célebre poema que conviene colgar hasta en la pared del baño.

El contacto de esta publicación que se vende en varios lugares de nuestro siempre mentalmente encloacado Tontovideo es revista fango@gmail.com


1. FRAGMENTO DE “ENTREVISTA FALSA A DYLAN THOMAS”

Por supuesto que la entrevista la hicimos en un bar y por supuesto que con whisky y por supuesto que hablamos de alcohol, de mujeres, de mística. Por supuesto que a mí no me interesa contarles sobre el alcohol y las mujeres. Por supuesto que a Uds. no les interesa la mística.

¿La poesía?

Si entiendo bien tu pregunta querés saber, / Dios nos ampare, / cuál es mi definición de poesía.

Leé los poemas que te gusten.

No te preocupe que sean “interesantes” o perdurables.

Después de / todo, ¿qué importa lo que la poesía es?

Si querés una definición / de poesía, decí: / “Poesía es lo que me hace reír / o llorar / o bostezar, / lo que hace / vibrar las uñas de mis pies, / lo que me hace desear hacer esto, o / aquello o nada” / y contentate con eso.

¿Los recursos literarios?

Aprendí que los malos trucos / son fáciles; / y en cuanto a los / buenos, / los que ayudan a decir / de la manera más significativa y / conmovedora lo que se cree que se quiere decir, / todavía los / estoy aprendiendo.

¿Las palabras?

Los primeros poemas que conocí fueron canciones infantiles, y / antes de poder leerlas, / me había enamorado de sus palabras, / sólo / de ellas.

Había descubierto las cosas más importantes que pedían / existir para mí.

Allí estaban, aparentemente inertes, hechas / solo de blanco y negro, pero de ellas, de su propio ser, surgían / el amor, el terror, la piedad, el dolor, la admiración y todas / las demás abstracciones peligrosas que tornan peligrosas, / grandes y soportables nuestras vidas efímeras.

Mi amor por la / verdadera vida de las palabras aumentó hasta que supe que debía / vivir con ellas y en ellas siempre.

2. EN MI OFICIO O ARTE SOMBRÍO

En mi oficio o arte sombrío
ejercido en la noche silenciosa
cuando sólo la luna se enfurece
y los amantes yacen en el lecho
con todas sus tristezas en los brazos,
junto a la luz que canta yo trabajo
no por ambición ni por el pan
ni por ostentación ni por el tráfico de encantos
en escenarios de marfil,
sino por ese mínimo salario
de sus más escondidos corazones.

No para el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus abrazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o arte.

Publicado por elMontevideano- Laboratorio de Artes
elmontevideanolaboratoriodeartes.blogspot.com

domingo, 19 de diciembre de 2010

FANGO #2

Escriberon en este número: 
Sofía Arocena//Florencia Dansilio//Ximena Seara//
Miguel Cabrera//Paulo Roddel//

domingo, 12 de diciembre de 2010

HORACIO CAVALLO por elMontevideano-Laboratorio de Arte

HORACIO CAVALLO


“EL ARTE BIEN HECHO ME GUSTA TODO, HASTA LA COMIDA”

por Paulo Roddel

(reportaje recuperado de revista Fango Nro 1, octubre de 2010)
Horacio Cavallo (Uruguay, 1977) es narrador y poeta. En 2004 y 2005 obtuvo menciones de honor en el Concurso Literario Municipal con la novela Maquinaria viva y el cuentario Doce vueltas alrededor de un plátano.

Posteriormente publica las novelas Oso de Trapo (Primer Premio Municipal, Trilce, 2008) y Fabril (Fondos Concursables, Trilce, 2010).

En el género lírico obtuvo el Primer Premio compartido en el Concurso Anual de Literatura del MEC (2004) con el poemario
 El revés asombrado de la ocarina, siendo también seleccionado en los Fondos Concursables por Sonetos a dos, libro escrito en co-autoría con Francisco Tomsich.

Ha participado en festivales de poesía realizados en Uruguay, México, Venezuela y Brasil.
___________________________________

¿Cuáles son tus lecturas actuales, o qué es lo último que has leído?

Mis lecturas son bastante desparejas, soy un mal lector, o al menos desprolijo. De más joven era más ordenado: tomaba autores como Hesse, Cortázar, Roberto Arlt u Onetti y me mataba leyendo, me pasó también más tarde con Andrés Rivera, aunque ahí ya era más desparejo, y no conseguía tanta cosa de él, por lo que empecé a leer lo que tenía a mano.

Leo también autores jóvenes uruguayos como Leonardo Cabrera, Damián González Bertolino, Rodolfo Santullo, salpico con la lectura de biografías. Hago una especie de paralelismo entre vida y obra, algo de poesía, creo que si fuera más ordenado volvería a hacer ese tipo de lectura, me parecería una visión más completa conociendo todo lo referente a cada autor. Casi no leo traducciones, por lo tanto me dedico más a rioplatenses o hispanoamericanos, es un debe que tengo, leer más libros traducidos.

¿Qué influencias considerás como más importantes en tu obra?

Supongo que las influencias son como aguas subterráneas que se van filtrando en lo que uno hace. Creo que se van construyendo a medida que uno va creciendo y va accediendo a distintos autores, y se va generando una especie de ida y vuelta con esos autores, alrededor de los veinte era Cortázar, más tarde, Onetti y Arlt.

Yo escribo lo que me gusta y quisiera hacerlo siempre, podría decir que esos autores hacen una prosa en la cual me siento cómodo. Con el correr del tiempo empezás a encontrar una forma de contar, y eso es lo que intento desarrollar, creo que me he acercado a una voz propia determinada, que en el fono es una mezcla de todos esos autores que me influyeron, esto es en al caso de la narrativa.

En cuanto a la poesía es aun más difícil, no mantengo una relación permanente con la poesía, es un vínculo menos cerebral que con la narrativa, la poesía es tal vez más espontánea.

¿Identificás cada libro tuyo con un momento particular de vos como persona, más allá del escritor?

Sin dudas, y no me pasa sólo con lo édito, sino también con lo inédito, cosas que no he publicado y que quizás no tiene valor artístico pero sí tienen un valor afectivo, y te lleva de alguna manera a otros momentos de tu vida. Es claro que generé otro tipo de vínculo más fuerte con lo publicado porque eso ya es compartido con los demás; cosas que por ahí tengo sin publicar y no las conoce nadie me generan una satisfacción sólo para mí.

Pasa con todos los libros, con Oso de trapo, recuerdo dónde lo empecé a escribir, dónde lo terminé, o Fabril, que es anterior aOso..., y que es una novela que conceptualmente me llega muy de cerca, ya que trabajé varios años como obrero en fábricas, es como un exorcismo de esa época mía, me di cuenta que conocía ese terreno, y me propuse ambientar algo en un lugar así. La escribí más o menos por la misma época que El revés asombrado de la ocarina. No me pondría a escribir sobre temas que no conozco bien, lo mejor es escribir sobre lo que uno sabe y conoce, pero eso tampoco implica que todo tenga que ser autobiográfico.

Yendo a tu novela Oso de trapo, hablanos un poco de ella, ¿se podría hablar de cierto aire onettiano que se respira a lo largo de las tres historias que allí se entrecruzan?

Creo que puede tener algo así, una decadencia, cierta desazón, una desesperanza. Está también el pueblo que en realidad no existe e invento para desarrollar la historia ahí, la mucha y el joven y el veterano que se la disputan. Cierta sordidez, el tema sexual, que es distinto a como lo manejaba Onetti, pero sí podría haber algunos guiños, salvando las distancias, claro.

También incursionaste en la publicación artesanal independiente conLa Propia.

Sí, también, fue otra coedición con un amigo, Germán Borelli. La Propia Cartonera recién empezaba y me parecía un proyecto interesante, era una distribución distinta, un público diferente, además se diferencian de las editoriales grandes por no poseer una visión tan lucrativa, la cabeza de la editorial me gustaba y sentí que podía aportar algo al proyecto.

Hablanos del libro de sonetos que co-escribiste con Francisco Tomsich.

Con Francisco editamos .txt, una revista digital, yo ya antes había editado en papel la revista Milcuernos, fueron lindas experiencias, siempre está bueno lo que genera editar una revista, los grupos humanos que se vinculan, más allá del producto terminado.

En .txt conocí a Francisco y empezamos como jugando un poco, mandándonos versos por mensajes de texto o correo electrónico, lo empezaba uno, el otro lo continuaba, y se iba armando algo, no con la intención de publicar, sino más bien como un juego, pero no pensando en un libro. Luego vinieron los Fondos Concursables del MEC en 2008, y pensamos que podríamos mandar eso, aunque ni siquiera teníamos claro qué era lo que había escrito cada uno, y lo dejamos así, es un libro en el que no sabés qué escribió cada uno.

Tu última publicación, entonces, es la novela Fabril.

Sí, forma parte de los premiados por los Fondos Concursables 2009. Supongo que ya debe encontrarse en librerías. Si bien, como contaba, tiene que ver con ciertas experiencias relacionadas a mis trabajos en esas fábricas, no es autobiográfica.

¿Te nutrís al momento de escribir de otras disciplinas artísticas?

El arte bien hecho me gusta todo, hasta la comida. Creo que el arte se va nutriendo de una disciplina a otra, de algún modo todas están enrabadas. Está bueno nutrirse de diferentes artes al momento de desarrollar la escritura, eso enriquece tu trabajo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

FANGO: UNA REVISTA DONDE REINA LA MAGIA COLECTIVA. Entrevista realizada por Hugo Giovanetti Viola para elMontevidiano - Laboratorio de Artes

¿Cómo se estructuró al “lanzamiento virtual” que tuvo el primer número de Fango?

Se quiso hacer un lanzamiento con la impronta Fango. La revista se destaca por su estética y porque busca involucrar, busca formar un colectivo.

El lanzamiento de Fango hizo que la revista cobrara vida. Para lograrlo se contó con la presencia de artistas de distintas ramas del arte escénico, músicos y profesionales de disciplinas afines, como el diseño y la iluminación.

Los artículos tomaron una casona en la Ciudad Vieja: Wasabi. Cada una de las habitaciones se transformó en contenedor de cada uno de los artículos.

Entrabas a la casa y el Índice te recibía. Eran dos “hindúes” como aparecen en la revista, ellas te entregaban un ejemplar y un plano de la casa mostrando donde se encontraba cada artículo. La primera habitación era la de Oliverio Girondo, un mundo oscuro y rojo invadido de libros y con un espantapájaros saliendo de entre ellos. La voz de Girondo resonaba en los aires… la masmédula con sus juegos de palabras.

Bien cerquita se encontraba Radioteatro. Aquí se llevaron a cabo funciones justamente de radioteatro. Las voces de Karen Halty y Martin Bonilla y los sonidos de Martín García nos invitaban a escuchar La aventura de un bandido, basada en un cuento de Ítalo Calvino. Fue para muchos una nostalgia y para otros una novedad.

Los seguía la habitación de Claude Cahun a cargo de Marta Caballero. Una habitación interactiva donde se realizó un set fotográfico. Se seleccionaron cuatro autorretratos de la artista, los cuales había que imitar vistiendo ropas y maquillándose a lo “Cahun”. Se retrataba a cada uno de los invitados. La gente se divirtió mucho en esta habitación!

En el patio de la casa hay un aljibe y allí adentro se representó una visión de Fando y Lis interpretada por Tinno Circadian. Se jugó con la resonancia del lugar, la gente bajaba y se encontraba sumergida en un mundo subterráneo, iluminado con velas y colores rojos.

Subiendo a un entrepiso se encontraba La Mosca de Erika del Pino: un nido de mosca invadió uno de los baños de la casa, Inés Schaich era la mosca y a la habitación se ingresaba individualmente o en pequeños grupos. Daba hasta un poco de miedo. Muy bueno ver las caras de los invitados al salir de esa habitación!

En la planta alta te encontrabas con una habitación llena de juegos de mesa y una hamaca en el medio: de fondo sonaba la voz de Horacio Cavallo contándonos recuerdos de su infancia, fragmentos de Oso de trapo, uno de sus libros.

Le seguía la habitación de Copi, que era justamente la habitación de Copi. El olor de esa habitación era tan pesado y la luz y las fotos tan viejas, que parecía que el muerto estuviera entre nosotros.

Pixies era una instalación con luz y placas a la que accedías llevado de la mano de Lucía Gómez y Martín Arias.

Escondido en una escalera se encontraba un videoarte de Dylan Thomas realizado por Guillermo Wood, donde se escucha Amor en el hospicio recitada por el propio Dylan.

Como cierre del evento tocó la Mushi Mushi Orquestra y de fondo se proyectaron las fotografías sacadas en la habitación de Claude Cahun.

¿De qué hablamos cuando hablamos de Fango?
De un espacio de intercambio. Hablamos de generar entusiasmo y participación, y de poder mezclar distintas disciplinas vinculadas al arte. No sólo a la hora de escribir sino ir más allá, como lo que ocurrió en el lanzamiento, donde se mezclaron músicos, actores, diseñadores, escritores y personas interesadas con la propuesta. Fango intenta ser un colectivo, ser más que una revista.


¿El hecho de que los textos de las revistas estén todos recortados y collageados puede simbolizar la vuelta a una artesanía espiritual interior que está sufriendo un grave soslayamiento?


Fango, además de una revista, pretende ser un objeto. Por lo que la estética es sumamente importante para nosotros. Se dedica tiempo y cariño al armado de cada página y eso quizás sea una vuelta a una artesanía espiritual interior, como tú decís.

Se busca mostrar el contenido de los textos junto a un contenido de imagen y diseño. Que sea un todo. Que no haya nada de relleno o porque sí.

El collage me encanta. Quizás sea por eso, nomás…

Una pregunta vinculada a la teoría de la relatividad: ¿sentís que algunos de los grosos revisitados por Fango, como Dylan Thomas, Oliverio Girondo o Tadeusz Kantor, están detrás de nosotros o más bien adelante?

Son unos grosos y yo les tengo suma admiración. Me han enseñado mucho, sus trabajos y sus vidas.

Todos quienes aparecen en Fango están dentro de mí. Los adopté y ahora inevitablemente forman parte de mí. Así que creo que no están ni adelante ni detrás sino con nosotros.


elmontevideanolaboratoriodeartes.blogspot.com

sábado, 4 de diciembre de 2010

Entrevista realizada por Heteroismo

PADRE E HIJO: ÍCARO Y FANGO

Entrevista a SOFÍA AROCENA, editora de la revista "FANGO", premiada por los Fondos Concursables 2010.
29 de noviembre de 2010.



Un proceso para acompañar.

INTRODUCCIÓN

Recogí el ejemplar de Fango en el CEIPA (Centro de fotocopiado del IPA). Era el primer número y su diseño basado en el collage me retrotrajo al primer número de otra revista llamada Ícaro.

En la nota que aparece en La República el autor produce un giro formulario un tanto inocente que lleva la marca de la mala atención: “Jóvenes buscan sacar cultura del Fango”. La nota está adosada a una etiqueta o clasificación ligada a la creatividad. Estos términos reducen históricamente cualquier tipo de preocupación cultural que trascienda la mera muestra.

Una pequeña observación sobre un proceso con interesantes aspiraciones colectivas, trasciende la laxa información. Responderle a la propia cultura con un producto ligado a la temporalidad escueta de una política cultural determinada puede ser un incentivo, pero no responde definitivamente a la esencia de quienes caminan por este poco iluminado trajín que es llevar adelante una revista cultural independiente.


Fango surge como un impulso creativo que permite propagar información y brindar una nueva propuesta con una mirada sobre los acontecimientos culturales y las principales corrientes de pensamiento” “Fango se enfoca en el Teatro como medio artístico de expresión pero no deja de lado las distintas disciplinas vinculadas al arte” (1)

SA- Sofía Arocena.
JJ- José Jorge.

SOBRE LA REVISTA ÍCARO

Le nombro a Sofía la revista Ícaro.

SA- Ícaro duró tres años pero solo sacamos cuatro números, funcionó con Eduardo de Souza y Rafael Landó, más adelante se sumo Gabriel Till… Esta revista se armaba a mano, de la misma forma que Fango pero luego se fotocopiaba ¿Qué número tenés?

JJ- No lo sé, está en Montevideo, pero tiene una escultura en la tapa, y en el reverso la misma, sacada desde otro ángulo.

SA- ¡Esa es la número uno! La única que sacamos por imprenta. Era un trabajo muy casero y sin una disciplina. Ahora con Fango estamos más ordenados. Gracias al premio también, ya que te da un dinero que tenés que administrar por un año. Tenemos un equipo estable, cada uno encargado de algo especifico.

JJ- La estética de la revista Fango, tiene características de Ícaro. Me refiero a la selección de contenidos: poesía, teatro, etc...
SA- Ícaro me enseñó mucho. Me gustó el trabajo que aprendí. El collage siempre fue un recurso muy utilizado por mí y sí, se mantuvo, pero con más prolijidad. Hay una diseñadora gráfica en Fango, Ximena Seara, ella es quién luego de hecha la revista manualmente, la retoca y le da un encare en photo shop: contrastes, brillos, calidad de imagen etc.

JJ- Y los contenidos que seleccionan en poesía ¿De eso te encargás vos?

SA- Los charlamos entre Guillermo Wood, Paulo Roddel y yo. Vemos qué nos parece que entra en el perfil de cada número. Por ejemplo en Fango Uno esta Oliverio Girondo, que me encanta mucho y a Guillermo también le gusta y a Paulo también. Entonces Paulo, redactor de la Revista, escribió un breve artículo y yo hice una selección de textos de poesía.

JJ- También hay creadores contemporáneos, y si no le erro, el poema final de la revista es tuyo.

SA- Sí ¿Qué te pareció? Ese poema lo escribí mientras dormitaba al sol...

JJ- Me interesó y a la vez me cruzó esa ambigüedad de haberlo publicado solo con tu nombre.

SA- Sí, no sé… impulso nomás. Me alegro que hayas conocido a Ícaro, papá de Fango.

JJ- Me interesan los procesos y el tuyo es interesante.

SA- A mí también. Te puedo adelantar lo que va a salir en Fango #2.

JJ- ¡Claro que sí! Nos encantaría.

SA- Fango es una revista cultural pero que tiene al teatro como matriz, para mí todo se relaciona de alguna forma con el Teatro… Bueno acá va el índice:

Fotomontaje: Grete Stern/Objeto inspirado en Rauschenberg por Tatiana Ruiz/Teatro: Tadeusz Kantor/Instalación: Conocimiento Enlatado (trabajo de estudiantes de Bellas Artes)/Los objetos en Jan Svankmajer/Cine: El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante de Peter Greenaway/ Entrevista a Roberto Suárez/Música: Siouxsie and the Banshees/Entrevista a Shyra Panzardo/Letras: William Burroughs

JJ- Burroughs, maravilloso…

SA- Al final llegaron las letras, cosa que veo que es lo tuyo…

JJ- Me parece muy atrevida tu observación…

SA- Dejo el blog de Fango: revistafango.blogspot.com, ahí hay más información.

FANGO

JJ- ¿Ya había salido Fango antes? ¿Lo presentaron exclusivamente para los Fondos Concursables?

SA- Sí, había salido un número que fue el que se presentó como maqueta a los Fondos Concursables, con ese número estuvimos en Rocha y la gente que la tomó en sus manos quedó tan contenta que nos tiramos al agua con el MEC, a ver qué pasaba… y salió. Entonces eso nos permitió hacer Fango algo más formal, con una responsabilidad mayor.

JJ- Y el hecho de que peguen a mano los recortes, el procedimiento, del que ya me contaste… eso se mantiene desde Ícaro.

SA- Es un poco la esencia de la cuestión.

JJ- En una entrevista a La República dijiste, o allí aparece, que el nombre se vincula a un estado de la cultura de donde hay que extraer algo, es decir, un espesor cultural que si mal no interpreto, se ve como un estancamiento, un "fango".

SA- En realidad es una interpretación del periodista, yo nunca dije que la cultura está en el fango, pero en cierto sentido estoy de acuerdo. Creo que (Fango) es una revista que sale de lo "común", con una estética de collage, hecha a mano… ahora donde todo se acerca a lo digital, una revista que, como algunos han dicho, cuesta leer, es algo distinto. Porque es falta de costumbre leer de esta forma. No solo en lo que refiere al contenido, que tampoco es muy conocido en nuestra cultura, sino a la forma misma… la manera como se plasman las palabras en el papel ¿Me explico?

JJ- Sí ¿Tenés en mente otros ejemplos de revistas parecidas? Yo recuerdo revistas de facultades…

SA- En Tacuarembó se sacaron algunas, "Muertos de frío" creo que era una... Hay unas cuantas pero no recuerdo los nombres; “Impulso urbano”… esa creo que era otra. No estoy segura de ninguna de las dos, pero hay o había unos cuantos fanzines en la vuelta. "Arranca el auto" del gordo Mario...

JJ- En otros tiempos las revistas han sufrido, más allá del momento cultural que les ha tocado vivir, como revistas uruguayas, un problema de permanencia en el medio ¿Vislumbrás algo del futuro de la revista?

SA- Espero que no nos pase. Aspiro a que Fango siga más allá del premio otorgado por el MEC. Tengo la intención de que podamos, no sé cómo, con publicidad o colaboradores, de alguna manera mantener la revista en la calle. En el fondo hay que mantener el fango en la calle.

JJ- Te gustan los sentidos en la repetición… El fondo es un incentivo, pero no es un motivo por sí mismo de permanencia.

SA- Yo no lo veo así, para mí es justamente como decís tú: un incentivo, no da para quedarse estancado en el MEC, es medio bajo… ¿no? Capaz se puede pedir ayuda a algún otro fondo. Hay un fondo holandés que apoya publicaciones ya empezadas. En cuanto a los Fondos y su permanencia, yo opino que no da para quedarse estancado en los fondos y seguir pidiendo y pidiendo, esta bueno que sirva como impulso al proyecto.

JJ- ¿Y el impulso al proyecto ya está pensado como para sostenerse sin los fondos? ¿Aún queda camino para pensar por donde andar y construir ejemplo de tal para otros emprendimientos?

SA- ¡Eso! Estamos buscando sponsors y colaboradores que nos ayuden con la impresión de la revista.

El grupo Heteroismo agradece la grandiosa disposición de Sofía Arocena para esta entrevista y para el valiosísimo material que nos ha cedido, el adelanto del próximo número de FANGO.

(1) Revista Fango, Año 1, Nº1, Octubre 2010, Montevideo.